Sin importar lo que hayamos hecho, podemos escuchar al Padre decir: “Solamente regresa".
La mayoría de nosotras necesita una segunda oportunidad para hacer las cosas bien. Dios está más que dispuesto a darnos esa oportunidad. Él es rico en misericordia, amor y gracia (Efesios 2:4). Especialmente se complace en la misericordia: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia” (Miqueas 7:18).
Sin importar lo que hayamos hecho, podemos escuchar al Padre decir: “Solamente regresa. Mi amor es inquebrantable. Tú siempre serás bienvenida aquí. Regresa a casa. Hay suficiente pan en la mesa; suficiente para ti”. Dios ansía que la familia esté completa otra vez. Espera que tomemos el primer paso hacia Él (Apocalipsis 3:20). Cuando lo hacemos, Él corre con entusiasmo a recibirnos en el camino.
Compartelo, Sierva Nayeli Ortiz
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